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¿POR QUÉ DEBEMOS FAVORECER LAS CASTRACIONES EN MASCOTAS?

Por: Yayo Vicente

Emplearemos el término “CASTRAR” para referirnos a extirpar los órganos reproductivos de hembras y machos. [1], [2], [3]

La CASTRACIÓN de perras (os) y gatas (os), es un procedimiento quirúrgico habitual. Los beneficios son:

  • Control de la sobrepoblación.
  • Prevención de enfermedades del tracto reproductivo.
  • Eliminación de los comportamientos reproductivos molestos.
  • Reducción de los sacrificios de camadas no deseadas.

Causas de la sobrepoblación

Los perros es posible que sean los primeros animales domesticados por el Homo sapiens.

La domesticación es un proceso complejo, una selección genética de muchas generaciones, que solo se ha conseguido con unas cuantas especies.

Distintos estudios arqueológicos y genéticos permiten decir que los perros actuales tienen sus raíces en el lobo. El proceso de domesticación ha tomado más de 18 mil años, y todavía se discute si fue por acción del ser humano, producto de una autodomesticación o ambas.Es decir, que lobo y perro pertenecen a la misma especie, ya que comparten la cadena taxonómica Canis lupus. Tan subespecie de la especie Canis lupus es el perro (Canis lupus familiaris) como el lobo ibérico (Canis lupus signatus).

Si bien existen similitudes entre las dos subespecies (lobos y perros), enfatizaremos en las diferencias, que pueden explicarnos la sobrepoblación.

Los lobos no son sexualmente maduros hasta que alcanzan los dos años de vida, mientras que el perro obtiene su capacidad de reproducción antes del año, pudiendo reproducirse además dos veces al año, a diferencia de la etapa de reproducción del lobo, que ocurre una vez al año.

Los lobos mantienen una estructura social compleja. En la manada se establece una pareja reproductiva de lobos, la cual no se disuelve hasta que un miembro de la pareja muere o desaparece, los demás miembros permanecen “asexuados”. Esas características reproductivas del lobo se perdieron durante el proceso de domesticación. Muy posible que el “fenotipo doméstico” y sus nuevas cualidades reproductivas, tengan relación con los genes seleccionados y la cresta neural.

El perro está sobredomesticado

A diferencia de otros animales que se domesticaron varios milenios después, para comer, transportarse o trabajar, los perros fueron sobretodo guardianes y compañía. A cambio, los primeros canes domésticos obtenían de sus compañeros humanos alimento y cobijo al lado del fuego.

De esta unión, con tintes pragmáticos de cara a la supervivencia, surgió una amistad secular que aún perdura. Perro y ser humano son un binomio inseparable.

Otras especies domesticadas pueden devolverse y asilvestrarse con éxito. Es decir, al perder la colaboración humana, sobreviven, y su éxito consiste en que pueden reproducirse.

Eso no lo vemos con el perro, con hambre y a la par de la montaña, no van a cazar. En todo caso prefieren los basureros y restos de las personas.

El perro está con su amo por afecto y no por comida. Por eso los mendigos tienen perro, es la explicación para encontrar perros en barriadas pobres.

La capacidad de carga

En el medio natural, la competencia entre especies reduce a cero la tasa de crecimiento poblacional. En la naturaleza sin intervenir, los equilibrios son tales, que las plagas casi no se presentan.

La “Capacidad de Carga” es el límite máximo de individuos al que puede crecer una población de cualquier especie en un ecosistema. Es decir, la mayor cantidad poblacional que puede soportar indefinidamente un medio ambiente dado.

¿Pero cuál es la “Capacidad de Carga” para los perros de una sociedad humana?

La pregunta no es tan complicada de contestar.

Hemos dicho que los perros no pueden sobrevivir sin su contraparte humana, y por eso se establece una “razón matemática”. [4] En Costa Rica, en la actualidad la “razón” es de 4:1, es decir, por cada 4 personas puede existir un perro.

La “razón” 4:1, es la “Capacidad de Carga” promedio del país (que no es igual en todas las zonas). Pero no siempre ha sido así, ni tampoco será así en el futuro.

La “Capacidad de Carga” para perros está tan fuertemente vinculada a la personas, que los hábitos culturales de éstas, modifican la “razón”, por ejemplo, si la gente comienza a vivir más en propiedades horizontales o edificios de vivienda, se les hará más difícil tener un perro y más fácil tener un gato o una pecera.

La capacidad de carga”, es finita (o limitada)

Aunque la capacidad de carga es dinámica y cambiante, no suelen darse grandes cambios en cortos periodos. Pero si la población del país aumenta o disminuye, en esa proporción aumenta o disminuye la “Capacidad de Carga” para perros.

El problema nació al domesticar al lobo, y obtener al perro. En el proceso su capacidad natural de controlar la natalidad. Hoy, nuestros perros se reproducen más rápidamente que las personas, en consecuencia, tenemos SOBREPOBLACIÓN de perros.

Para el 2017, la Tasa General de Fecundidad de Costa Rica, fue de 1,67 hijos por mujer, bastante por debajo de los 2,10 del nivel de reemplazo.

Es decir, la población humana está estable, pero no así la de perros.

Control de natalidad en perros y gatos

La situación es tan alarmante, que durante los próximos años la intervención para mejorar el Bienestar Animal en perros y gatos, DEBE ser la CASTRACIÓN. Al menos 1.500.000 de perros mueren cada año al no encontrar hogares.

En la actualidad el único método de control de natalidad, cuyos beneficios sean superiores a los efectos negativos, es la CASTRACIÓN quirúrgica.

Política estatal y castraciones

Durante muchos años, el control de la sobrepoblación de perros se manejó con envenenamientos (cebos de estricnina), pero al controlarse la Rabia Urbana (Rabia en perros), la práctica se fue dejando.

El 6 de febrero del año 2004, se publica el Decreto Ejecutivo N° 31.626-S, que prohíbe los exterminios masivo y los envenenamientos. [5]

A partir de esa fecha, la Política Estatal de control de sobrepoblaciones de perros, está basada en las castraciones. [6]

Notas:

[1] Coloquialmente en Costa Rica se dice “esterilizar” cuando se trata de perras y gatas, dejando el término “castrar” para los machos de ambas especies.

[2] La castración, en los animales domésticos o en los seres humanos, es la técnica quirúrgica destinada a retirar los órganos sexuales, los testículos de un macho o los ovarios en las hembras. Esto causa la esterilización, con lo que se impide la reproducción; también se reduce drásticamente, en consecuencia, la producción de las hormonas generadas básicamente en dichos órganos, como la testosterona o los estrógenos.

[3] La ovariohisterectomía (extirpación de ovarios, útero y trompas) es el método de elección en Costa Rica para la castración de perras y gatas, lo mismo que en Canadá, EE.UU. y todos los países latinoamericanos, sin embargo, en la UE está ganando fuerza la ovarioectomía (extirpar ovarios solamente).

[4] En el ámbito de la matemática, la “razón” es el cociente de dos cifras. Por lo tanto, es un vínculo entre dos magnitudes que son comparables entre sí. Se trata de aquello que resulta cuando una de las magnitudes o cantidades se divide o se resta por otra. Las razones, por lo tanto, pueden expresarse como fracciones o como números decimales. Veamos un ejemplo. La razón de 24 entre 6 es igual a 4. Esto quiere decir que, si dividimos 24 en 6, obtendremos 4 como razón matemática.

[5] Artículo 13. Mientras prevalezcan las actuales circunstancias epidemiológicas, donde el virus rábico no circula en la población de perros, quedan prohibidos los exterminios en los ámbitos local o nacional. […]

Artículo 14. Se prohíbe, bajo cualquier circunstancia, el sacrificio y los exterminios de animales de compañía con métodos distanásicos.

Reglamento para la Reproducción y Tenencia Responsable de Animales de Compañía. DECRETO EJECUTIVO Nº 31.626-S. La Gaceta Nº 26 del viernes 6 de febrero del 2004.

[6] Artículo 21. La esterilización quirúrgica será el método de elección para el control de la natalidad en los perros.

Reglamento para la Reproducción y Tenencia Responsable de Animales de Compañía. DECRETO EJECUTIVO Nº 31.626-S. La Gaceta Nº 26 del viernes 6 de febrero del 2004.

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